Escultura de la Mujer árbol

EL ÁRBOL DE LAS MUJERES

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Este texto lo escribí hace años para entregarlo a mis alumnas de Danza Oriental.

Una escultura bellísima de una mujer árbol fue la inspiración.

 

La mujer árbol es una mujer con formas voluptuosas y armónicas cuyo cabello o brazos se transforman en ramas. La mujer, como el árbol, debe tener las raíces bien ancladas en la tierra porque le alimenta y le da la vida. Pero, igualmente esa mujer sin sueños no es nada, como el árbol sin ramas que acaba siendo un tronco hueco y acaba por morir.

En la tierra muchas raíces pueden cruzarse pero sus ramas ni se rozan. O al contrario, raíces lejanas y ramas entrelazadas.
Mujeres que conectan a diario entre ellas aunque sus sueños y anhelos no se asemejan y las separan. Al igual, que hay mujeres que aparentemente nada les une aunque sus sueños las conectan más que la realidad.

Hay árboles que sustentan a otros vencidos por las inclemencias, como también encontramos otros que dan sombra al más precioso árbol escondido tras su sombra.
Mujeres que hacen crecer a otras y mujeres que esconden a la más bella por su propia inseguridad y miedos interiores.

Así mujer o árbol, árbol o mujer parecemos unirnos por esta bonita analogía que nos hace soñar en estos arduos tiempos y se repite en los pasados y venideros.

 

Y todo ello aplicado a la música y la danza, nos lleva a recapacitar y darnos cuenta de otra analogía:

Representamos con nuestro cuerpo inferior los instrumentos de tierra, las raíces hundidas en la percusión o sonidos más primitivos que acompañan al hombre desde su origen y son innatos en él.
Pero, la melodía, el viento está en nuestros brazos y manos,en nuestra parte superior que sólo puede llegar a ser armoniosa con una mente libre y soñadora.

Así que    A SOÑAR CON LOS PIES EN LA TIERRA

Lourdes de la Red

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